lunes, 9 de junio de 2014

Bote

Este fin de semana no teníamos coche (se ha roto el compresor del aire acondicionado y está en el taller) y es puente porque hoy lunes es la festividad de la Virgen del Mar. Así que cogimos un bus para bajar a Puertochico y fuimos a pasar el domingo y el lunes en el Puntal.

Fuimos a motor al Puntal, ya había bastantes barcos, porque ayer sábado también hizo muy buen tiempo. Estaba fondeado mi hermano Álvaro con su motora, así que se subió al barco mi  sobrina Celia para jugar con los niños y comimos. Después subieron los demás.


¡Caótico!

Por la tarde, después de un cafelito, mi hermano me ayudó a hinchar el bote nuevo, una VIAMARE 230 SLAT que me he agenciado por internet. Este invierno dibujé los planos del bote y los sobrepuse sobre los del barco para comprobar que cabía en la proa, boca abajo hinchado, y parece ser que lo he medido bien, aunque toda la proa se queda sin acceso, tampoco al tambucho del ancla. Nos apañaremos. El bote tiene una capacidad para dos personas o 258 kg; lo de las dos personas, ya os digo que lo sobrepasaremos (al menos al doble), pero no creo que alcancemos los kg.

 
Primer desembarco con el bote, luego comprobamos que cabemos bien los cuatro.

Bajé la máquina de fotos y capté algunas imágenes típicas "puntaleras":

Un "Sun 2000" que se despistó y se quedó varado con la bajamar, saldría más tarde, en torno a las 12:00 de la noche.

La pedreñera llegando al desembarcadero.

Hicimos una pequeña excursión a las Quebrantas y volvimos para cenar. Los barcos se fueron yendo y solo quedaron el Sun 2000 en la playa y una motora que estuvo hasta el día siguiente. Así que estuvimos prácticamente solos. Puse el fondeo en "modo noche", esto es que hago deslizar por el cabo de fondeo el viejo arpeo de paraguas de 3,5kg del Calamuco hasta el extremo de la cadena, así hace más peso y la cadena trabaja totalmente en horizontal. 

 Nunca hubo un sitio más bonito para hacer un pis.

Después de una partida a los "Invizimal" y una vez acostada la tripulación, coloqué un pequeño palangre por la borda y una cazea por la popa, puse de cebo jamón ibérico de Extremadura, pero ni por esas, a media noche estaba enredado uno con el otro. Los mantuve toda la mañana siguiente, pero parece que a los peces no les va el jamón.


El día siguiente estaba más fresco, con nortes suaves, bajamos de nuevo a la playa, había menos gente y estuvimos un buen rato en las Quebrantas. Cogimos unas cervezas fresquitas en el chiringuito y después de comer volvimos a vela Puertochico.



Un buen fin de semana (pese a la avería del coche).



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