martes, 1 de julio de 2014

Santander - Laredo

El sábado 26 de julio, nos disponemos a hacer nuestro primer crucero con el Savreh de Santander a Laredo.

Hemos dejado a los niños con los abuelos y estamos Mar y yo solos.

El pronóstico meteorológico no es muy bueno, pero me estoy dando cuenta que lo más difícil de navegar, no es el navegar, si no encajar todo para poder navegar (niños, trabajo, tareas pendientes, compromisos...). Windfinder dice que habrá vientos muy suaves (4, 5 nudos) del W hasta las 14:00 y que a partir de esa hora, aumenta el viento a 16 nudos con rachas de 20.

Salimos a las 11:00, izamos la mayor y vamos a motor.



Salida de Puertochico.

Hasta Cabo Ajo seguimos a motor, poca ola y muy poco viento real del W, que con la marcha se convierte en un viento aparente nulo. Largamos una cacea por la popa para probar suerte, pero vamos demasiado deprisa para pescar, a unos 5,5 nudos.

Pasado Cabo Ajo, a las 12:30, comienza a refrescar del W,  desenrollamos el génova y vamos a orejas de burro.


A partir de Quejo, vamos a toda pastilla, no llevamos orejas de burro, hacemos un rumbo de 120º y con el viento W, va la mayor y el génova a babor, pero el génova totalmente desventado. Hacemos unos 6,5 nudos de velocidad (el gps marcó puntas de 7,5 nudos) con la ola a favor. Vamos muy bien y Mar se adormece y se hecha un rato abajo. Llueve un poco y me pongo la ropa de aguas.

Dejamos a toda velocidad la boya amarilla y negra que marca el extremo del emisario submarino de Argoños y pasamos  el faro de la Punta del Pescador en el monte Buciero, en Santoña.



Faro de la Punta del Pescador, en el monte Buciero.

Doblando el monte Buciero nos vamos poniendo poco a poco con rumbo 180º, enfilados ya a la boca de la Marina de Laredo. Contamos hasta nueve pesqueros fondeados al socaire del Buciero, esperando para entrar en la lonja de Santoña, por lo que vimos al día siguiente en la prensa, venían de Azores, de pescar bonitos.

Mientras estamos doblando el Buciero, el viento está cambiante, tan pronto estamos desventados como de popa, como de través. Pasamos por el faro del Caballo, al que se accede por unas escaleras de 700 peldaños muy empinados desde el sendero que rodea el Buciero y 100 más si quieres bajar al mar.


Faro del Caballo.

Pero ahora viene la sorpresa. Cuando salimos del desvente del monte Buciero y seguimos sorteando pesqueros, de repente entra todo el viento del W, que nos da de través, no nos habíamos dado cuenta del viento que hacía realmente hasta ahora. Se me va de orzada dos veces y los de los pesqueros nos miran alucinados. Decidimos que ya es suficiente y enrollamos en génova y arriamos la mayor. Continuamos a motor y nos calamos con los rociones de agua. El barco se tumba, a pesar de ir sin velas.

Bocana del puerto de Laredo.

Entramos en el puerto de Laredo por el Sur, y luego giró al W, que con el viento de popa y con el motor en punto muerto seguimos en una carrera loca pasando pantalanes vacíos. Llamo varias veces por VHF al canal 9, y me contesta alguien que es que están comiendo (tienen horario de oficina) que con la que está pegando, que me amarre donde quiera. Busco el sitio más favorable en el que pueda quedarme parado, más o menos al fondo del puerto y "aterrizamos" bruscamente pero sin daños a las 15:10.  Mientras sacaba las amarras del cofre de popa, se me fue al agua la válvula y el manómetro del bote.

Al día siguiente comprobé por internet que las 15:30, justo cuando acababamos de amarrarnos en Laredo, en el aeropuerto de Parayas se registro una fuerza media del viento de 24 nudos y rachas de 37.

Comimos en el barco, para pasar el susto y nos echamos una siesta, Había un ruido tremendo de drizas golpeando y el viento silbando,  el barco se movía un montón a pesar de estar bien amarrado. A pesar de todo, nos dormimos.



Por la tarde, nos registramos en el puerto, nos atendió un tío que no tenía mucha prisa (el mismo que estaba comiendo cuando llamamos por VHF), tardó media hora en rellenar los datos de nuestro barco, nos dio una tarjeta como las de los hoteles para acceder a los pantalanes y una llave para las duchas, que resultaron ser unas casetas de obra dentro de un hangar para carenar barcos y al que puede entrar el travelift.

Fuimos a dar una vuelta por Laredo, y como eran las fiestas de San Pedro, nos metimos de lleno en una sardinada que ofrecía una peña en una plaza de la parte antigua. 



Dimos buena cuenta de las sardinas, que estaban riquísimas, pero luego fuimos a cenar a un restaurante, "El Tunel", allí nos apoderamos de un enchufe y cargamos los móviles y el gps. El más escaso de batería era el de Mar, que echaba humo por el whatsapp.

Nos fuimos a dormir al barco. Había caído el viento totalmente y no se movió nada durante toda la noche, parecía que estaba en seco.

Se me olvidaba: no he podido colgar el track porque he comprobado que la aplicación de NAVIONICS que tengo en el móvil que uso como gps guarda el último trazado sobre el anterior, a pesar de que tenga diferente nombre. Os enseñaré el trazado de vuelta.

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